Es el conjunto de conocimientos relativos al Estado en su estructura, funciones y realidad actuales. Se propone investigar la vida estatal “en reposo”, según dicen el jurista y político suizo Johann Kaspar Bluntschli (1808-1881) y el jurista alemán Georg Jellinek (1851-1911), esto es, como “algo fijo y regulado”. La generalidad de los tratadistas alemanes, sin embargo, tiene un concepto más amplio de la teoría del Estado. Equivale para ellos a la Ciencia Política puesto que no sólo comprende el estudio del Estado “actual” sino su trayectoria histórica, las tendencias de su evolución y el más amplio espectro de sus relaciones. Desde la perspectiva alemana, la teoría del Estado afronta la descripción, interpretación y crítica de los fenómenos políticos, o sea que asume el papel que los tratadistas de los otros países asignan a la <ciencia política.
En realidad, Ciencia Política no es lo mismo que Teoría del Estado. El concepto de “lo político” es más amplio que el de “lo estatal”. Por tanto, la Ciencia Política es algo más que la Teoría del Estado. Hay fenómenos políticos que no son estrictamente estatales. El Estado es sólo una de las formas de la organización política. Lo cual quiere decir que el ámbito de lo político desborda actual e históricamente el ámbito del Estado. Muchas sociedades no conocieron la forma de organización estatal pero tuvieron carácter político. Porque antes del advenimiento del Estado, que no es ciertamente una institución muy antigua en la historia del hombre, hubo organizaciones y regímenes de naturaleza política que sólo con mucha impropiedad pudieran calificarse de Estados. Sin embargo, hay que aceptar que las fronteras entre las dos disciplinas son muy imprecisas.
En un afán de aclararlas bien podría decirse que la Teoría del Estado trabaja “sobre el terreno” y hace la descripción objetiva del Estado como forma de organización social. Efectúa un corte sincrónico de él. Lo cual significa que se desentiende de su evolución histórica y centra su investigación en su condición actual. La Ciencia Política, en cambio, es por definición una ciencia primordialmente teórica y generalizante, que busca identificar las leyes que rigen el fenómeno político. Para ello hace un enfoque diacrónico de la realidad, esto es, la estudia a lo largo del tiempo. Utiliza los datos que le proporciona la teoría del Estado para establecer las leyes generales exigidas por la investigación científica.
Los antropólogos políticos británicos Meyer Fortes (1906-1983) y Edward E. Evans-Pritchard (1902-1973), en su obra “African Political Systems”, publicada en 1940, en la que recogen ensayos de diversos autores, formularon la conocida distinción entre las “sociedades sin Estado” y las “sociedades estatales” para referirse a las que existieron en los tiempos primitivos y a las que vinieron después, regimentadas por el Estado. Las primeras estuvieron cohesionadas por el vínculo de la sangre y las segundas por el vínculo territorial. El sociólogo inglés sir Henry Main (1822-1888) y el norteamericano Lewis H. Morgan (1818-1881), precursores de la moderna antropología política, establecieron con claridad este hecho al distinguir, en sus estudios sobre la evolución política de la humanidad, las sociedades basadas en el parentesco y las fundadas en la territorialidad. Pero el hecho de que en el primer caso el factor de cohesión haya sido la sangre y en el otro el territorio no significa que las sociedades anteriores al Estado hayan carecido de carácter político. El trabajo de cohesión del grupo, la creación de un orden social, la erección de una autoridad coercitiva fueron factores puramente políticos.