Esta palabra deriva del nombre del oficial egipcio Gamal Abdel Nasser (1918-1970), quien al mando de las jóvenes promociones militares de Egipto encabezó un <golpe de Estado el 23 de julio de 1952 contra el rey Farouk (1920-1965) y entregó el poder dictatorial al general Muhammad Naguib (1901-1984), quien desde 1948 había encabezado un grupo militar clandestino denominado Movimiento de Oficiales Libres.
El golpe militar de Nasser suprimió la monarquía y estableció la república, si bien con perfiles autoritarios y represivos, y puso fin al colonialismo británico. Nasser fue viceministro del nuevo gobierno pero en 1954 sustituyó a Muhammad Naguib como primer ministro y dos años después se hizo nombrar presidente de Egipto. Durante su gobierno hizo importantes reformas sociales. Inició la educación estatal obligatoria, modernizó el Estado, lo industrializó, nacionalizó el Canal de Suez, obligó al retiro de las tropas británicas e introdujo innovaciones sociales importantes, continuadas después de su muerte por Anwar El Sadat.
El nacionalismo árabe de Nasser le condujo a una grave confrontación con las potencias occidentales. En 1956, después de que Estados Unidos e Inglaterra le retiraron su apoyo para la construcción de la represa de Aswán en el Nilo, Nasser nacionalizó la compañía del Canal de Suez y con ello provocó la invasión israelí a la península del Sinaí y la anglo-francesa a la zona del canal, puesto que la ruta del Mar Rojo con el Mediterráneo era una vía de comunicación estratégica de primera importancia desde el punto de vista geopolítico.
Retiradas las tropas invasoras por la intervención de las Naciones Unidas, Nasser construyó la represa con el financiamiento y asistencia técnica soviéticos.
En sus afanes de liderazgo panarábigo promovió en 1958 la >unión real de Estados con la República Árabe Unida (RAU) que coligó a Egipto, Siria y después Yemen, aunque ella se disolvió en 1961 por la separación de Siria.
El régimen nasserista fue de corte socializante. No fue una de las <dictaduras militares clásicas, profundamente conservadoras, aliadas de los sectores más reaccionarios de la sociedad, como las de Trujillo, Batista, Pérez Jiménez o Somoza en América Latina y el Caribe, sino otro tipo de <gobierno de facto, a cargo de militares jóvenes, algunos de ellos con ideas progresistas, que en alianza con profesionales y tecnócratas modernizados instrumentaron reformas sociales e impulsaron programas desarrollistas.
Este antecedente histórico dio lugar a la formación del concepto nasserismo para referirse a los regímenes militares tecnocráticos con preocupaciones de orden social. Estos regímenes tenían pocas similitudes con las clásicas dictaduras militares conservadoras, que en las décadas anteriores tomaron el poder en varios países de América Latina y el Caribe bajo la enseña anticomunista —al estilo de Trujillo, Batista, Pérez Jiménez, Rojas Pinilla, Somoza o Duvalier—, y se caracterizaron por la presencia de mandos militares jóvenes, asesorados por >tecnócratas, inspirados en anhelos de cambio social —más por instinto que por preparación de sus líderes— y con ciertos rasgos <desarrollistas.
Esos gobiernos aumentaron el tamaño del Estado, extendieron sus atribuciones de gestión hacia nuevas áreas —las llamadas áreas estratégicas de la economía— y al comienzo marginaron del gobierno a los grupos tradicionales aunque después se alejaron progresivamente de sus metas sociales originarias y, penetrados por los poderes oligárquicos, perdieron su compromiso con los estratos más pobres de la población y con la justicia social que invocaron para tomar el poder.
El nasserismo fue una actitud antiimperialista y antisionista antes que una doctrina política. Los documentos que lo contienen —el libro "Philosophy of the Revolution" (1954) de G. A. Nasser y la Constitución de Egipto (1962)— están lejos de ser un texto doctrinal. Hay allí ciertos bosquejos vagos y mal articulados y nada más. Nasser fue un militar pragmático y exitoso pero no un pensador político. Fue instructor de la academia militar de El Cairo. En la guerra árabe-israelí de 1948-49 las tropas egipcias que él comandó fueron cercadas y derrotadas catastróficamente en Faluja por las fuerzas judías. Pero culpó de su contraste a la corrupción del gobierno del rey Farouk, a quien inculpó de haber comprado armas defectuosas para entregarlas a los soldados, tema que le sirvió años después para sublevar a los oficiales jóvenes de las fuerzas armadas contra la monarquía.
La política de confrontación contra las potencias de Occidente e Israel, la defensa de los ideales panislámicos y la ruptura con el viejo régimen egipcio —por la abolición de la monarquía, la reforma agraria, la restricción del poder de la clase dominante, el estímulo a la formación de sindicatos obreros controlados por el gobierno, la nacionalización del Canal de Suez— granjearon a Nasser un gran respaldo de su pueblo y una enorme simpatía en Siria, Líbano, Jordania y los otros Estados árabes, que le convirtieron en una figura de resonancia regional.