Es la deformación del mercado, por el lado de la demanda, que consiste en la ausencia de competencia en la compra de un determinado producto por la presencia de un solo comprador, que por tanto está en situación de imponer los precios y condiciones de compra a los vendedores. Si se tratara de dos compradores habría un <duopsonio y si de pocos compradores, un >oligpsonio. Las tres variantes de esta deformación del mercado anulan la libre competencia y afectan los intereses de los productores y vendedores.
En este sistema el “monopsonista”, desde su posición única en el mercado, impone sus “cuotas” de adquisición, precios y demás condiciones a los múltiples oferentes, en función de la curva de la oferta de un determinado bien. Los productores atomizados no tienen la fuerza suficiente para contrarrestar las presiones del comprador, a menos que el Estado intervenga para implantar la equidad en esa relación.