Llámanse así, en la jerga política, a los gobernantes, políticos o jefes militares que propugnan la guerra para la solución de los conflictos internacionales. El halcón es un ave rapaz diurna con pico fuerte, curvo y dentado y con uñas poderosas, que ataca a toda clase de aves y aun a los mamíferos pequeños. A semejanza de esta ave de rapiña, los “halcones” de la política impulsan el >militarismo y el belicismo y llaman a las armas para dirimir las diferencias internacionales.
Este término, en su acepción política, contrasta con el de “palomas” que se endilga, en cambio, a quienes desde el gobierno privilegian el diálogo y los métodos pacíficos para ajustar las discrepancias internas e internacionales. En la dinámica de las acciones gubernativas con frecuencia se suscita, frente a los conflictos internacionales, la controversia entre los halcones, que son propulsores de la línea dura, y las palomas, que abogan por la línea blanda.
De la familia de los colúmbidos, la paloma es un ave mansa e inofensiva. En la Biblia el Espíritu Santo está representado por una paloma, que al decir del evangelio de san Marcos bajó del cielo y se posó sobre Cristo después de que éste fue bautizado por Juan en las aguas del Jordán (Cap. I, 10). En el Libro del Génesis se narra que, al final de los cuarenta días y cuarenta noches del diluvio, Noé echó a volar una paloma desde el arca “para ver si las aguas habían cesado de cubrir la tierra” y ella volvió en la tarde “trayendo en el pico un ramo de olivo” (VIII, 11). A partir de este episodio bíblico, en que la paloma anunció la paz entre dios y los hombres, esta ave blanca y la rama de olivo, juntos o separados, se convirtieron en los símbolos universales de la >paz.
El emblema de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), aprobado el 7 de diciembre de 1946, consiste en un mapa del globo terráqueo, de una proyección equidistante acimutal centrada en el polo norte, rodeado de una corona de ramas de olivo que simbolizan la paz. Y su bandera, aprobada el 20 de octubre de 1947, reproduce el emblema sobre fondo azul pálido.
Para los pueblos del Oriente Medio el olivo fue desde tiempos inmemoriales un símbolo no declarado de la paz, pues la cosecha de las aceitunas, en la que participaron hombres, mujeres y niños en medio de una alegre y entusiasta acción de ayuda mutua, fue uno de los acontecimientos más importantes de la sociedad palestina y una ocasión para celebraciones y festejos. Desde entonces el olivo representó para los palestinos un símbolo de paz y de trabajo.
En 1949 el pintor español Pablo Picasso creó una serie de seis dibujos de trazos muy simples sobre el tema de la paloma de la paz, que luego se divulgaron en carteles, emblemas, insignias y logotipos.