Esta locución, muy frecuentemente usada en política, probablemente viene del hecho de que el mejor asesor que tuvo el cardenal Richelieu, como Presidente del Consejo Real durante el reinado de Luis XIV, en que Francia alcanzó la hegemonía europea, fue el cura capuchino Francisco Lecrec du Tremblay (1577-1638). Se le llamó “gris” en razón del color del hábito que solía vestir. Su asesoramiento fue tan influyente como recatado, de modo que su presencia pasó generalmente desapercibida.
Con frecuencia en los gobiernos existen personajes muy influyentes que trabajan en la sombra, detrás del poder, pero cuya opinión es determinante. De ellos se dice que son la “eminencia gris”. Generalmente se utiliza esta expresión con sentido despectivo, para denotar que no es el gobernante quien realmemente toma las decisiones sino su “eminencia gris”.