Se da esta denominación al sistema de producción industrial fundado en grandes plantas de fabricación en masa, con aplicación de tecnología moderna, para servir amplios mercados.
No son sus altos precios sino el volumen de sus ventas el factor de su rentabilidad.
Las economías de escala sólo son posibles con instalaciones de gran dimensión y con mercados integrados que les permitan aprovechar de manera óptima los factores de la producción —capital, trabajo y tecnología—, incrementar sustancialmente su >productividad y bajar sus costes unitarios de fabricación.
Las corporaciones transnacionales, por su propia naturaleza, están en mejores condiciones de adoptar la economía de escala para su operación. Cuentan con los capitales necesarios para ello, manejan el know how más moderno, tienen gigantescas posibilidades de investigación científica y tecnológica, dominan el marketing —que puede resultar más importante que la producción— en los mercados del mundo.
Las empresas menos eficientes naufragan en este mundo de gigantes. Tienden a desaparecer porque no pueden competir. Lo cual sirve a las transnacionales para ampliar sus dimensiones por medio de los >trusts, los <carteles, los <conglomerados y los >holdings.
Se forma así el círculo virtuoso de la escala. El crecimiento de las grandes compañías manufactureras comunica su poder a las empresas proveedoras, que también amplían sus instalaciones y bajan los precios de los bienes y servicios que les venden. En otras palabras, el crecimiento de una industria produce economías de escala en las empresas que le proveen de piezas y de insumos. A medida que creció la industria del automóvil, por ejemplo, los productores de neumáticos se expandieron y se tornaron más eficientes, lo mismo que los productores de acero, de vidrio, de material para tapicerías, de instrumentos electrónicos, etc. Todo lo cual permite a la industria final abaratar sus costes, bajar sus precios y volverse más competitiva.
Pero también necesitan amplios mercados, que sean capaces de absorber la producción masiva. Todo el movimiento hacia la >globalización de la economía, la apertura comercial, el abatimiento de aranceles aduaneros, la formación de >zonas de libre comercio y la >integración económica se inspira en la necesidad de dilatar los mercados —formar mercados integrados— para el comercio internacional sin cortapisas, lo cual estimula las economías de escala y fortalece la situación de sus agentes principales: las <corporaciones transnacionales.