Es la parte de la >economía política que se ocupa de medir y cuantificar, con el auxilio de las matemáticas y de la estadística, los fenómenos económicos, esto es, de mirarlos desde una perspectiva esencialmente cuantitativa. La palabra econometría fue acuñada por el profesor y economista noruego Ragnar Frisch en los años 30 del siglo pasado.
El economista norteamericano Joseph Alois Schumpeter (1883-1950) escribió que “la economía es una ciencia y esta ciencia tiene un aspecto cuantitativo muy importante”. Con estas palabras sentó los fundamentos de la econometría, como método científico para estudiar e interpretar las magnitudes y relaciones cuantitativas de la economía, aun cuando ya antes, en 1930, se había formado en Ohio, Estados Unidos de América, la Econometric Society —cuyos pioneros fueron Ragnar Frisch, Charles Roos e Irving Fisher— con el objetivo de explorar teórica y empíricamente los problemas económicos.
Uno de los fundadores de esta nueva ciencia, el economista Ragnar Frisch, escribió en enero de 1933, en el prólogo del primer número de la revista “Econometrics” editada en Estados Unidos, que para la efectiva comprensión de las relaciones de la vida económica moderna es necesario unificar los conocimientos económicos, matemáticos y estadísticos y que “esta unificación es lo que constituye la econometría”.
Los intelectuales y estudiosos de la teoría económica de aquel tiempo, muy afectados por la ineficacia de estas ciencias, por separado, para predecir y más todavía para prevenir la aguda crisis que conmovió al mundo en los años 30, llegaron a la conclusión de que había que combinar los principios y métodos de la economía, las matemáticas y la estadística a fin de obtener un enfoque más certero de los fenómenos económicos.
Los procedimientos matemáticos —modelos estocásticos, sistemas de ecuaciones múltiples— fueron aportados más tarde por el economista noruego Trygve Haavelmo en su ensayo publicado en 1944 bajo el título “La teoría probabilística en econometría”. Haavelmo planteó que el trabajo econométrico debe comprender cuatro etapas: la primera, que es el diseño del modelo, en la que el económetra ha de juntar su experiencia con su creatividad; la segunda, contrastación entre la teoría económica y los datos observados; la tercera, evaluación del modelo; y la última, predicción del comportamiento de la economía.
Los modernos ordenadores, al facilitar la realización de las operaciones aritméticas, algebraicas, de cálculo diferencial y de cálculo integral, han dado un extraordinario impulso a la econometría, pero al propio tiempo han determinado que sus centros de investigación se sitúen, por razones de >tecnología, en los países desarrollados. Es en ellos donde se han creado entidades especializadas de alto nivel en esta rama de la economía. En Chicago se establecieron la Econometric Society y la Coules Commission; en Nueva York el Econometric Institute y similares instituciones operan en Noruega, Holanda, Inglaterra y muchos otros países industriales.
La econometría cuenta con dos métodos de investigación: el macroscópico y el microscópico. El primero trata de captar todo lo esencial y mensurable de la síntesis de una determinada realidad económica. Enfoca los agregados económicos. El segundo se ocupa de las pequeñas partes que los integran.
La econometría, naturalmente, es útil para el estudio de una realidad económica pero no debe suplantar a la economía. En otras palabras, hay que tener cuidado de no reducir la economía a un esquema meramente matemático o estocástico. Al lado del económetra debe estar siempre el economista cualitativo, para interpretar en la dirección correcta los datos cuantitativos —expresados en forma de ecuaciones— que aquél le presenta, pues aunque no son muy claros los límites entre lo econométrico y lo económico, el estudio del elemento cualitativo de los fenómenos económicos es el que da sentido a la economía, como ciencia social.