Esta es una expresión de origen bíblico. Jinete es quien monta un caballo. Proviene del árabe zeneti, que era el individuo de una tribu berberisca famosa por su destreza en la equitación. La apocalipsis es el último libro canónico del Nuevo Testamento, que recoge las revelaciones hechas al apóstol san Juan durante su destierro en la Isla de Patmos, que en su mayor parte se refieren a las catastróficas escenas del fin del mundo. En su capítulo sexto habla de cuatro caballos: uno blanco, uno bermejo, uno negro y uno amarillo verdoso, con sus respectivos jinetes. El primero representa “la palabra de Dios” entregada a los profetas en el Antiguo Testamento y los otros tres son la guerra, el hambre y la muerte (otros afirman que es la peste), que son las plagas que aquejaron a la humanidad.
La locución bíblica se la usa en política para significar que toda clase de males y calamidades amenazan a un país. Es un anuncio apocalíptico. Cuando la violencia, la escasez, las enfermedades y la muerte se ciernen sobre un pueblo se habla de los cuatro jinetes de la apocalipsis.