Es una institución propia del sistema de elección indirecta. Es un cuerpo colegiado compuesto por un conjunto de grandes electores, designados por los votantes de base, que se encarga de elegir a un funcionario representativo mediante una elección indirecta o de segundo grado. En unos sistemas el colegio electoral es el parlamento, en otros se forma un cuerpo ad-hoc para este propósito.
En todo caso, el colegio electoral es un cuerpo interpuesto entre electores y elegidos.
Por sus características especiales es interesante referirse al sistema norteamericano. Lejos de lo que se cree, el suyo no es un método electoral directo sino indirecto para designar Presidente y Vicepresidente.
El primer martes de noviembre, de cada cuatro años, los ciudadanos eligen en su respectivo estado, por el método establecido en sus propias leyes, un número de grandes electores —compromisarios— equivalente al total de senadores y representantes que tienen derecho a enviar al Congreso de la Unión. Estos grandes electores se reúnen en sus respectivos estados unas cinco semanas después de las elecciones generales y votan en papeletas separadas por el Presidente y el Vicepresidente. Los votos obtenidos por cada uno de los candidatos se remiten a Washington y el Congreso, en sesión conjunta de las dos cámaras, hace el escrutinio y proclama los resultados.
Las elecciones presidenciales y vicepresidenciales en Estados Unidos son indirectas, puesto que los electores primarios votan por un colegio electoral que es el encargado de elegir a los dos magistrados, en elecciones de segundo grado.
Sin embargo, mediante una costumbre política que está fuera de la Constitución pero que no la contradice, se ha sustituido en la práctica el sistema de elección indirecta, creado cuando los Estados Unidos eran un país en formación y con graves problemas de comunicación, por un sistema electoral virtualmente directo, en el que el voto de los electores de primer grado es el decisivo en la elección presidencial.
El sistema funciona de tal manera que cada partido político exhibe ante los votantes de base una lista de grandes electores, quienes se han comprometido de antemano a votar en favor de los candidatos del partido. De modo que el electorado sabe muy bien que, al votar por esos >compromisarios, de hecho vota por un determinado candidato presidencial. Los ciudadanos no tienen la menor duda acerca de la dirección de los votos de los compromisarios. Por eso, en la práctica, la elección del Presidente se decide el día en que se realizan las elecciones de compromisarios. Con lo cual el procedimiento indirecto se convierte prácticamente en directo. Y la función de los compromisarios se limita a sancionar formalmente una decisión ya tomada por el cuerpo electoral amplio.