En su sentido amplio, esta palabra designa a cada uno de los compañeros de colegio, de armas o de cualquier otra actividad compartida. Y en sentido restringido, a los copartidarios en la actividad política.
En este último sentido, el término camarada señala, más que a un amigo, a un compañero de militancia. La palabra compañero significa etimológicamente “que comparte el mismo pan” o “que corre la misma suerte y fortuna que otro”. De modo que camarada y compañero tienen significaciones muy parecidas.
Los comunistas y los fascistas solían llamar de este modo a sus compañeros, lo mismo que los socialistas.
La palabra, de procedencia castrense, empezó a usarse por los soldados europeos en el siglo XV. Designó originalmente al compañero de alojamiento —de cámara— dentro de un cuartel militar. Una ordenanza de España en 1632 prescribió que “la tropa viva en camaradas” con el propósito de que sus miembros puedan ayudarse mutuamente y de que se avive el espíritu de compañerismo y solidaridad.
Después el vocablo salió del ámbito castrense y tuvo una amplia gama de aplicaciones, que incluye la política. De él se originó la palabra camaradería para significar compañerismo y amistad en el seno de un bando político.
La palabra es castellana originalmente. Del castellano pasó a las demás lenguas. En francés se dice camarade, en italiano camerata, en alemán kamerad, en inglés comrade y en ruso existe una palabra equivalente: tovarich.